Cambiar tu historia. Darle un giro de 180 grados a tu vida, no repetir los errores de tus padres. Si vemos hacia atrás, en nuestra historia familiar, todos conocemos historias que no queremos repetir. Marcas familiares, cosas que se repiten de generación en generación. En la biblia también podemos observar eso, Isaac repite muchos de los errores que cometió su padre Abraham. Pero Jacob, el segundo hijo de Isaac decide que su historia no será definida por esas marcas familiares, el no va a repetir los errores de sus antepasados; el va a cambiar su estrella, va a cambiar su historia. Pero como podemos cambiar nuestro destino?
No menosprecies tu primogenitura
Gn.25: 31-33
En el antiguo testamento, la primogenitura era algo muy valioso. Básicamente la primogenitura era sinónimo de Bendición; ya que el primogénito era el que recibía la bendición patriarcal; esto le significaba una doble porción de la herencia, y la bendición espiritual que también entregaban los padres a sus hijos mayores. En este pasaje, Esaú, el hijo mayor de Isaac vende su primogenitura por un plato de comida a Jacob, su hermano. Quien después recibe la bendición de Isaac, su padre.
En nuestro día a día también nosotros vendemos nuestra “primogenitura” vendemos esa posición espiritual que Dios nos ha regalado. Cambiamos nuestra santidad y a veces incluso entregamos nuestras bendiciones a cambio de un par de minutos de placer. Hacemos cosas que sabemos desagradan a Dios y no nos importa, solo por complacer a nuestra carne un par de minutos.
Así como Esaú en este pasaje vende su primogenitura muchas veces nosotros también cambiamos aquello que Dios nos ha dado que es de mucho valor, por cosas que pese a ser agradables a los sentidos. No poseen valor alguno.
No te asocies a un lugar al cual no perteneces.
Gn.28:1-2
Al igual que Abraham hizo con Isaac, este no le permite a Jacob tomar una mujer Cananea (de Canaán) por esposa. Sino que lo manda de vuelta a su tierra y a la de su madre y le dice que busque allí mujer para él. Este es el principio que más adelante será conocido como “yugo desigual” pero el yugo desigual no solo se aplica al noviazgo y matrimonio, sino también a tus asociaciones y a lo que permites que entre a tu vida.
Con que clase de personas te has asociado? Quienes son tus amigos? Qué tipo de influencia ejercen sobre ti? Qué tipo de cosas permites que entren a ti?
Por absurdo que pueda sonar es importante que entiendas que tu eres socio, de todas aquellas cosas que haces y que te agradan e inviertes tiempo en ellas, al igual que las personas con las que gastas tu tiempo, pero ¿ que tipo de asociaciones tienes? cada vez que te asocias a algo que desagrada a Dios o alguien que te influencia para desagradar a Dios, te estas asociando a un lugar que no perteneces, pues Dios te ha puesto por luz y sal para el mundo. no te permitas cosas que desagradan a Dios, ni seas tolerante con ellas en tus amigos y asociados.
Cree en la promesa de Dios
“no te dejare hasta que haya hecho con tigo lo que te prometí” Gn.28:15
Dios nos ha creado a todos con un propósito y un llamado divino, Dios quiere hacer grandes cosas con tigo, y una vez es oído y entendido tu llamado, Dios no va a dejar que no lo alcances solo por no estar listo; va a moldearte y prepararte para que llegues allí y no te dejara hasta que lo hallas alcanzado.
Pero la parte difícil de este punto es creer en la promesa de Dios, creer en que Dios va a hacer algo de ti y con tigo a pesar de quien tú eres y a pesar de tus errores.
Dios le promete a Jacob que hará de él una gran nación. Jacob era un usurpador, había comprado la primogenitura de su hermano y le había robado la bendición de su hermano, pero a pesar de eso Dios le promete algo a Jacob y Jacob lo cree y exclama “Si Dios me acompaña en este viaje que hago, y me provee y me protege, ciertamente el señor será mi Dios”
Cree en lo que Dios un día dijo que haría con tigo, por que el lo va a hacer a pesar de quien eres o fuiste, Dios no te mide en base a tu pasado ni tu presente, el te mide en base a lo que el hará de ti en el futuro! Así que cree en la promesa divina y camina hacia ella. Prepárate y sométete al proceso de moldeo que Dios te hará para que cumplas esa promesa y le saques fruto al ciento por uno.
Ata estos principios a tu cuello, escríbelos en las tablas de tu corazón, entiende quien eres en Dios, y cambia tu historia, no tienes por qué repetir los errores de tus padres, ni de tus abuelos, ni sufrir sus mismos fracasos, puedes cambiar tu estrella. Puedes cambiar para siempre tu historia y la de tu familia, que a partir de ti, la historia de tu familia tome un rumbo diferente. Jacob escribió su propia historia, edito su vida, y no repitió ninguno de los errores de su padre.
Puedes cambiar tu estrella! ¿vas a hacerlo?
lunes, 14 de febrero de 2011
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